Perdón por lo siguiente, pero no sé qué hacer.

El día de hoy como en todas las tardes, me dispuse a ir a la iglesia (no estoy evangelizando, no pretendo ser mejor que nadie) es algo que me brinda paz, aunque sea unos minutos en la tormenta que es mi mente, ya que al tener varias enfermedades de salud mental es difícil el día a día.

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Alguien me empezó a seguir y me puse nervioso, soy un hombre débil, que siempre evita los conflictos. Quizás es por eso que siempre he sido víctima y que no logró poder defenderme.

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Me pidieron una moneda lleva $30 pesos para dar a la iglesia y comprar pan dulce para mi abuela, se me acercó un hombre con un leve aliento alcohólico y con gusto le di los $30 pesos. Porque en mi mente y corazón pensé que quizás iban a estar mejor, el me intento tocar los bolsillos. Sacando mi móvil le lloré y le dije solo déjame sacar las fotos…

El se volteó y me dijo si me sigues te navajeo, aún así corrí, corrí como pude, aún a pesar de mi pésima condición, aún a pesar de tener miedo, corrí.

No lo alcancé, llegué con las autoridades. Ellos no sabían que hacer, les hablan a las moto patrullas, que dijeron que solo podrían actuar en flagrancia.

Ellos enojados levantaron la voz y yo estaba sentado llorando, llorando como un niño pequeño.

El tema no es lo que se llevó el teléfono era un celular barato, no muy caro, ni nada especial, lo que me duele. Son las fotos, esas fotos de los últimos días de las personas que perdí en la pandemia del Covid-19.

Y sé que muchos dirán linchen al desgraciado, encuérenlo (porque es el califato), pero nada de eso resuelve el asunto.

El día de hoy me iré a dormir, un poco triste, enojado conmigo mismo, pero de cierta forma sé que mi actuar no está mal, yo siempre trato de ayudar y lo seguiré haciendo. No dejaré que este mundo y su gente me cambie a mí, no a mí.

Yo no soy fuerte o especial o tengo habilidades únicas, solo soy un hombre que el día de hoy perdió algo que nunca fue mío, a todos a los que les ha tocado vivir la inseguridad les entiendo. No por esta ocasión, sino por una previa dónde me robaron mi seguridad sexual.

Sé que el mundo está bien feo, pero no hay razón para nosotros volvernos monstruos en nuestro afán de sobrevivir, yo prefiero ser algo más. No algo mejor, no algo más santo. Solo algo diferente a un vengador o un ejecutor, porque la verdad yo estoy cansado de la violencia, los golpes, la sangre en mi boca y otras partes de mi cuerpo.

De qué nadie me ayude y de allá afuera aún haya personas buenas, que nadie les ayude.

Espero que tengan una buena noche, Gris.